Es el título del artículo de opinión sobre las elecciones legislativas en provincia de Buenos Aires, escrito por el analista político Carlos Fara y publicado por el portal web 7MIRADAS.COM
Al igual que en agosto, Massa empezó con una diferencia fuerte que luego se diluyó a cerca de la mitad. Tenía una brecha de 13 puntos a favor a mediados de julio, que se cayó a 6. Ahora obtenía 16 puntos (cuando fue el ataque en La Matanza), para pasar a 8 puntos en la actualidad. Ese es el dato que poseemos del GBA en nuestra encuesta concluida este lunes pasado. Puede que el resultado final ascienda a 9 ó 10 puntos dependiendo del comportamiento en el interior.
¿Por qué sucedió esto?
- Dijimos en esta columna que Insaurralde empezaba a remar desde atrás de vuelta el 12 de agosto, y que la diferencia iba a ser mayor que en las PASO, pero no mucho mayor.
- Se comienza a saber que Massa viene de la UCEDE y que tiene aliados que vienen de la vieja política.
- Algunos creían que Massa podía tener acercamiento al gobierno en el futuro pero ahora con la mayor exposición de MI se dan cuenta que no es así.
- Si bien muchos quieren un cambio y Massa podría ser el que materializa esto, por otro lado tienen miedo de perder los beneficios que lograron en este gobierno (desde planes sociales, trabajo y jubilaciones).
- El hecho que MI se presente sólo y no con Cristina lo ayudó a fortalecerse en esta última etapa.
- Comienza a bajar la espuma de Massa.
¿Qué significa que finalmente SM termine con una ventaja importante, pero no tanto como se imaginaba originalmente?
- Siempre hay que esperar a que baje la espuma del éxito de un retador.
- No estaría existiendo efecto ganador en el peronismo: MI conserva lo de las PASO y hasta quizá logra algo más (no hubo drenaje de voto k a +a).
- No habría habido “efecto enfermedad” ya que la aprobación presidencial sigue en el mismo nivel que antes.
- Tiene lógica con algo que mencionamos mucho: la sociedad le quería sacar poder al oficialismo para no dárselo a nadie.
Lo que probablemente veamos este domingo son polarizaciones en algunos distritos, pero que no cambiarán radicalmente el panorama político descripto a grandes rasgos por las PASO (derrota del gobierno en los principales distritos, recuperación del radicalismo a nivel nacional, tibia instalación del PRO, etc.).
Sí habrá que poner el ojo en los porcentajes (engañosos, ya que la base de cálculo ahora excluye a los votos en blanco), y de eso se podrán sacar muchas conclusiones políticas, pero no las que le impactarán a la sociedad.
Definida la lista de potenciales competidores, y saldada parcialmente la discusión sobre 10 años de kirchnerismo, lo que ahora se viene es el debate sobre qué debe hacerse con el país a partir del 10 de diciembre de 2015.
Por Carlos Fara