Las encuestas realizadas para ser difundidas por los medios de prensa deberían ser llevadas a cabo con ese propósito", con esta frase, Manuel Mora y Araujo invita al debate sobre la difusión pública de las encuestas en su libro El poder de la conversación.
Días pasados, aparecieron publicadas algunas investigaciones sobre el escenario electoral que colocaron a las encuestadoras nuevamente en el centro de la tormenta. Más allá de los datos presentados ¢í€"y sin entrar en un juicio de valor¢í€", nos parece relevante defender algunas premisas en materia de estándares profesionales en lo referido a la investigación y su posterior difusión en los medios.
Esta relación simbiótica entre medios y encuestas de opinión nos obliga a dejar sentado que no es lo mismo la Biblia y el calefón. Mezclar peras con manzanas a la hora de mostrar datos electorales por el sólo hecho de responder a las reglas del infoespectáculo" es un aporte más a la confusión general. La saturación que genera la abundancia de encuestas sobre tendencias electorales", escenarios políticos" y ºltimos nºmeros de medición" transforma a la elección en lo más parecido a una carrera de caballos.
¿Cuánto influye la publicación de encuestas en la decisión del voto? La mayoría de los especialistas coincide en que la difusión de los datos no mueve el amperímetro de la elección de cada votante. Los peores enemigos de los sondeos de opinión son los que, por desconocimiento, les otorgan más posibilidades de las que tienen en realidad.
Como es sabido, el 28 a la noche los medios volverán a ponernos en el centro de la escena en un ranking que determine ¢í€"así será presentado en letras de molde¢í€" cuál de todos los pronósticos" fue el ganador. Ahora bien, sin hacer una defensa corporativa, en los ºltimos años las encuestas electorales tuvieron mejores aciertos que quienes hacen pronósticos económicos, bursátiles y ¢í€"por qué no¢í€" quienes nos dan los datos del tiempo. Como dice Mora y Araujo: casi nadie se preocupa mucho por dilucidar el fascinante significado de la expresión 30% de probabilidad de chaparrones".