- No es lo mismo Massa, que su esposa, ni Solá, ni Giustozzi, sencillamente porque el electorado vota liderazgos, no personeros. Solá por si solo mide 3 puntos en el GBA y el intendente de Almirante Brown 2 (lo cual es todo un mérito). Pero no es lo mismo. En estas circunstancias hay que empujar mucho, sobre todo cuando no se posee toda la estructura que se necesita, y aún peor si existe un competidor importante como De Narváez en el mismo campo de juego. Cuando hay buenas encuestas y no suficiente estructura, al final se caen algunos puntos por el camino.
- Massa inscribe su frente, por lo tanto juega. El tema es que si quiere ser presidente necesita ganar. Si es para gobernador, solo necesita esperar. Ahora que las expectativas crecieron tanto, es arduo manejar semejante capital político.
- Si Massa saliese de la competencia, sus votos se dispersan entre casi todos los otros espacios políticos: no hay un solo favorecido. El 31 % no tendría definido qué hacer, el 11 % iría a Posse, el 14 a De Narváez, el 16 a Alicia K, el 12 a Stolbizer y el 15 a otros. Ese perfil transversal es muy interesante como fenómeno político, pero difícil de contener y/o transferir a otra figura.
- La lista de Massa no necesitaría ganar en agosto, pero sí salir segunda para focalizar la mirada del electorado opositor, abriendo la oportunidad de la polarización en octubre. Si el segundo es De Narváez la historia es otra.
- En la Capital, el espacio de centro izquierda UNEN se anotó una buena jugada al acordar la primaria. En ese sentido, Alfonso Prat Gay hoy le ganaría a Solanas y Terragno, generando una expectativa importante, que los volvería competitivos para desplazar al kirchnerismo al tercer lugar, siempre y cuando el primero sea el PRO, considerando que no se presente Lavagna.
- Si se presenta Lavagna, todos tienen problemas, pero el que más los tiene es Macri, ya que el ex ministro toma voto peronista, algo de kirchnerismo, algo de centro, y por supuesto independientes. Si esto es así, entonces habría 4 fuerzas en pugna: PRO, UNEN, kirchnerismo y Lavagna.
- Se abre una oportunidad para el radicalismo con Córdoba al habilitarse la candidatura de Aguad, que ya ganó en 2009. Los cisnes negros siguen navegando en la laguna. No se extinguirán el 22. Solo se refugiarán por un rato.
Por Carlos Fara